domingo, 31 de julio de 2011

El debut social, una tradición del siglo pasado

www.emol.com
sábado 30 de julio de 2011



FOTOGRAFÍAS , REVISTA ZIG-ZAG





Francisca Carreño

Antes de reinventarse en las hoy conocidas fiestas de quince, el debut social fue uno de los eventos más importantes para las adolescentes durante el siglo pasado. Sus orígenes se encuentran en las cortes europeas, en especial en las de Francia e Inglaterra. Esta tradición fascinó en América y fue adoptada con gran entusiasmo en las clases altas de Estados Unidos. A Chile llega a principios del siglo XX. Comienzan a aparecer en las crónicas sociales largas listas con los nombres de las debutantes de la temporada, cuyos eventos se realizaban en otoño e invierno, los que con el tiempo se trasladan a noviembre y diciembre.

El estreno social marca el fin de la adolescencia y el inicio de la adultez, por ello se realizaba entre los 17 y 18 años. Tras este evento era posible casarse, cambiar la manera de vestir o los lugares frecuentados. Su apogeo se sitúa entre las décadas del treinta hasta los sesenta, cuando los anuncios como la fiesta de debut alcanzaron mayor vistosidad y distinción.

El debut social en la prensa.



Otro importante aspecto del estreno social era el anuncio del debut en la prensa. Estos adquirieron diversos formatos de publicación -retratos en portada, entrevista y foto grupal, entre otros- y por lo general iban incluidos en la sección de Vida Social.

La noche de la gran fiesta.



La fiesta era el punto culminante del estreno social. Este era ofrecido por los padres, que en ocasiones lo podían hacer en forma individual o también en compañía de otras jóvenes. La celebración incluía una comida y, por supuesto, los bailes de moda.

Los retratos inmortalizados por los mejores fotógrafos.



Algunos reconocidos fotógrafos participaron en la Revista Zig-Zag, retratando a las debutantes de cada temporada con el fin de publicar los próximos estrenos. Entre ellos, destacaron Jorge Opazo, Carlos Llaguno, Nanyo (Gennosuke Kakegawa), Alfredo Molina La Hitte y Mario Vargas Rosas.


Julia Astaburuaga Larraín 1938

La moda imponía elegancia.






El debut constituía una instancia de elegancia y si bien representaba los vaivenes de la moda, las jóvenes lucían vestidos largos de gala, los cuales no eran obligadamente blancos, mientras los hombres usaban frac o smoking.

Los "personajes debut".



En ocasiones, algunas reconocidas personalidades participaron en fiestas de estreno social, tanto como invitados o debutantes.

Las mejores pistas de baile en el Club de la Unión o Club Hípico.



Las fiestas se realizaban en lugares amplios, pues recibían a un gran número de invitados. Entre los lugares favoritos se encontraban el Club de la Unión y el Club Hípico. También se usaba realizarlas en la casa de la celebrada.

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http://latercera.com/contenido/727_133319_9.shtml
Poder & Glamour: Jorge Opazo, el fotógrafo de la alta sociedad chilena

Entre los años 30 y 60 Opazo inmortalizó a presidentes, artistas, personajes de renombre y anónimos. Tras su muerte, su viuda destruyó todos sus negativos.
Hoy un libro recoge lo poco que quedó del olvidado retratista.

por Graciela Marín V. -
29/05/2009 - 10:34


Retrato de Julia Astaburuaga.

Galerias


Los retratos de Jorge Opazo

La llamada telefónica que encumbró definitivamente a Jorge Opazo (1908-1979) ocurrió en 1938. Juanita Aguirre de Aguirre, esposa del Presidente Pedro Aguirre Cerda, estaba al otro lado de la línea. "Quiero que saque una foto en que mi esposo salga bien. Tal como es en persona", le habría encomendado la primera dama al fotógrafo, según recuerda Inés Bermúdez, cuñada del fotógrafo. Fue la primera de seis ocasiones en que le encargaron ser el fotógrafo oficial de la presidencia: la situación se repitió sin interrupciones hasta el mandato de Eduardo Frei Montalva.

Los presidentes fueron los últimos en caer seducidos bajo el lente de Jorge Opazo. El fotógrafo, oriundo de Taltal, fue el más famoso y selecto retratista de la primera mitad del siglo XX en Chile. Todo aquel que pretendía poseer estatus debía posar para él en sus estudios de calle París, Estado, Merced o Ahumada. Un retrato suyo valía oro: era caro, es cierto, pero significaba un registro permanente de la pertenencia a la elite local. Sus retratos se multiplicaron en los hogares, pero también en publicaciones como Revista Zig-Zag y el diario El Mercurio. Durante treinta años, Opazo fue el mayor retratista de la sociedad chilena.

Pero nadie se acordó de él cuando, en los 60, su estudio comenzó a perder clientela y él enfermó gravemente. Murió en 1979 y fue despedido en un solitario funeral. Entonces su mujer, Matilde Bermúdez, tomó una decisión radical: destruir todas sus fotografías y negativos. Las que quedaron, ahora son recopiladas en el libro Retrato fotográfico, imagen y poder, editado por Margarita Alvarado, Mariana Matthews y Carla Möller. Allí se reúne todo lo que sobrevivió a la amargura de su mujer, guardado en el Museo Histórico Nacional, la Biblioteca Nacional, en los archivos de Revista Zig-Zag y en el poder de particulares: hermosas fotografías de la sociedad de principios de siglo XX, retratos llenos de carácter de actores, artistas y personajes anónimos.

ELEGANTE AUSTERIDAD
Si no era con Opazo, no lo hacía. A fines de los 30, Julia Astaburuaga fue invitada para participar en una publicidad de Pond´s en la que aparecerían como rostros la duquesa de Montpellier, la condesa de Arens y ella. Según su relato, el salario no era mucho: 300 pesos de la época, alrededor de $ 30 mil de hoy. Lo único que le importaba, realmente, era quién era el retratista. Tenía que ser Opazo, "el fotógrafo de moda". Ese que, con líneas simples y una cuidada iluminación, era capaz de dar con una imagen elegante, pero sin estridencias.

Antes de la fotografía, Opazo se dedicó a la pintura: realizó su primera exposición a los 15 años, con aplaudidos paisajes y naturalezas muertas. Para principios de los 30, ya se había pasado a la cámara fotográfica, en forma autodidacta. De su pasado con la pintura, sin embargo, heredó la composición y su preocupación por la iluminación. En el estudio, replicó la imagen de los años dorados de Hollywood: figuras glamorosas, hermosas, en donde no existía una sola falla en el rostro de los fotografiados. En sus retratos, todas eran divas. Y ellos, siempre caballeros interesantes.

Opazo era un hombre tímido, respetuoso, pero con carácter: si le disgustaba quien le encargaba un retrato, simplemente no lo hacía. Tampoco andaba detrás de los poderosos, insiste Bermúdez. Pero ellos sí estaban detrás de él: lo llamaban, lo invitaban a sus eventos. Si los presidentes Juan Antonio Ríos y Gabriel González Videla le pidieron que los retratara en poses más allá de las oficiales, Carlos Ibáñez del Campo impulsó su carrera diplomática: en 1955 lo nombró agregado cultural de la Embajada de Chile en Francia.

Pero Opazo no sólo fotografiaba a los poderosos. Su estilizado retrato de un marino anónimo, en 1950, es una de sus imágenes más recordadas (en la foto). Según Inés Bermúdez, tras la publicación de la imagen en la Revista Zig-Zag, el mismo marino contactó a Opazo para agradecerle: jamás pensó que su rostro, y no el de una autoridad, aparecería tan grande en la publicación.

Ganador de múltiples premios en salones de fotografía entre 1936 y 1944, Opazo incluso habría sido propuesto para el Premio Nacional de Arte. Según su cuñada, su postulación fue rechazada debido a que la fotografía "no era arte". "Realmente no fue muy valorado", relata Mariana Moreno, quien estuvo a cargo de la investigación para el libro. "Sus imágenes tienen un alto valor estético, una iluminación excepcional... pero en ese momento la fotografía no era visto como arte, sino como simple registro".

Cuando en 1975 a Opazo se le diagnosticó poliarteritis nodosa, él ya se había retirado de la fotografía de estudio. Entre el auge de la fotografía social (liderado por Antonio Quintana) y la posibilidad del público de comprarse cámaras fotográficas para uso personal, los clásicos retratos de Opazo fueron cada vez menos requeridos.

"Cuando enfermó, su señora trató de vender sus imágenes, pero nadie las quiso comprar. Por eso, cuando murió ella los destruyó todos", dice Moreno. Inés Bermúdez estuvo con ella ese día: "Rompimos muchas cosas. Ella decía: si a Jorge en vida no le dieron nada, nadie lo tomó en cuenta, entonces nada les va a quedar nada de regalo. Y las destrozó, tijera en manos".

En su estudio, Opazo replicó la imagen de los años dorados de Hollywood: figuras hermosas en las que no existía una sola falla en el rostros de los fotografiados. En sus retratos, todas las mujeres eran divas. Y ellos, siempre caballeros interesantes.

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En el cine:

LA REBELDE DEBUTANTE




Sandra Dee in The Reluctant Debutante

Sandra Dee wearing a signet ring on her pinky finger in The Reluctant Debutante (1958).

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En la TV



Juani en Sociedad es una serie de televisión realizada por TV-UC entre 1967 y 1971, basada en una pieza teatral llamada "La Rebelde Debutante", que ese mismo año habia sido llevada a las tablas por el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica.

Cuenta la historia de una familia de clase alta, los Moller McKay, formado por un matrimonio muy conservador, pero de buen corazón: Carlos (Emilio Gaete) y Bebe (Silvia Piñeiro), los cuales sin embargo suelen tener problemas con su hija Juani (Sonia Viveros), un tanto rebelde, que comparte su vida con su novio Jorge (Jorge Guerra). La principal confidente de Bebe es su vecina, Cotocó (Nelly Meruane).

Elenco
Emilio Gaete como Carlos Moller
Silvia Piñeiro como Bebé McKay de Moller
Sonia Viveros como Juani Moller McKay
Nelly Meruane como Cotocó
Luis Alarcón como ¿?
Violeta Vidaurre como ¿?
Bélgica Castro como ¿?
Alexis Quiróz como ¿?
Enlaces externos
Juani en sociedad en Fotech
Página oficial de Canal 13
Obtenido de «http://es.wikipedia.org/wiki/Juani_en_Sociedad»

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Ficha Técnica:
Libretos: José Donoso
Dirección General: José Caviedes

Argumento:
Juani en Sociedad fue una de las primeras series dramáticas que se hicieron. Estrenada en 1967, la serie seguía la misma línea de Esta Es Mi Familia, la primera producción dramática hecha en Chile en 1963. La serie alcanzó un tremendo éxito que se mantuvo hasta 1971, fecha en que finalizó la serie. Sin embargo en la primera mitad de los 80 se hizo una segunda parte de la serie a cargo de Canal 11, y en 1995 se hizo una tercera y última parte de la serie, esta vez a cargo de La Red, la que salió abruptamente del aire por falta de presupuesto.

La serie narraba la vida de los Moller McKay, una singular familia acomodada y típicamente cristiana que con sus ocurrencias hicieron reír a los espectadores durante los 5 años que duró la serie. Bebé McKay (Silvia Piñeiro) era una ama de casa bastante singular y "pituca" que acostumbraba a ser la mandamás de la casa ordenando todo el tiempo a su marido, Carlos Moller (Emilio Gaete) quien cedía siempre a las órdenes de su amada esposa. La única hija de ambos es Juani (Sonia Viveros), una joven dulce y sumisa que intentaba sobrellevar el singular estilo de vida de su familia. No podía faltar la Cotocó (Nelly Meruane) la mejor amiga de los Moller y de Bebé sobretodo, tan pituca como ella pero una gran amiga que siempre acompaña a los Moller en las buenas y en las malas.

Elenco:
Emilio Gaete - Carlos Moller
Silvia Piñeiro - Bebé McKay de Moller
Sonia Viveros - Juani Moller McKay
Nelly Meruane - Cotocó
Luis Alarcón
Violeta Vidaurre
Bélgica Castro
Alexis Quiroz

Juani en Sociedad (1970)

Exitosa comedia de principios de los 70. Protagonizada por Silvia Piñeiro, Sonia Viveros y Emilio Gaete. Contó además con destacados libretistas, como el dramaturgo Alejandro Sieveking y famoso escritor José Donoso
Emitido por el Canal 13 en 1967


Juani en Sociedad. Emitido por el Canal 13 en 1967 por Malditoregetonero

Capitulo completo del Teleteatro o Telenovela "Juani en Sociedad" que Canal 13 emitio entre 1967 (el año que se emitio este capitulo) hasta 1971, y que tuvo a Silvia Piñeiro, Emilio Gatete, Sonia Viveros (que al mismo tiempo trabajaba en otra serie similar "El Litre 4916"), Jorge Guerra y un gran elenco. Casi todos los que trabajaron en este Teleteatro ya fallecieron y este video es como un homenaje a los que hicieron de "Juani en Sociedad" uno de los buenos programas de Canal 13 en esos años del Hipismo y del sonido Organico.
Video gentileza de Canal 13

(c) 1967 Canal 13 de Television de la Universidad Catolica. Derechos Reservados


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