lunes, 15 de febrero de 2010

Guía turístico-educativa:

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lunes 15 de febrero de 2010


Guía turístico-educativa:

Rincones para pasear y disfrutar de la ciencia lo que queda de este verano

Aunque algunos no lo crean, hay vida más allá de las playas. En distintas regiones de Chile se pueden encontrar lugares para que niños y adultos aprendan y se diviertan en la última quincena de febrero.

Pamela Carrasco T.
En pleno febrero y semiinsolados, muchos papás ya no saben qué hacer para entretener a sus hijos. Pues bien, aquí va un pequeño salvavidas: una serie de actividades turísticas donde se puede aprender más de ciencia y los misterios de la vida.

Desde recorridos para apreciar la geología, sitios para aprender de astronomía, hasta lugares para conocer el paso de los dinosaurios por estas tierras, en cada región del país hay sorpresas por descubrir.

Las estrellas como si estuvieran en la palma de la mano



No sólo los astrónomos pueden mirar las estrellas de cerca. Los observatorios turísticos abundan en Chile. Una buena opción para quienes están en la III Región es el Centro Inca de Oro ( observatorio-caio.blogspot.com ), a 100 km de Copiapó. Ya en la IV Región el epicentro estelar es el Valle del Elqui. Ahí está Cerro Mayu ( www.cerromayu.cl ), donde se pueden encontrar elementos indígenas, religiosos y científicos. Otro bien conocido es Mamalluca ( www.mamalluca.org ), o los Observatorio Mamana (para observación de noche) e Inti-Runa (para observación solar) ( www.observatorios.cl ), a sólo 50 metros de la plaza de Vicuña. Ya en Cochiguaz se puede visitar Cerro Cancana ( www.cancana.cl ).

En la zona centro, en el Cajón del Maipo, está el Observatorio Roan-Jasé ( www.actualidadespacial.cl/observatorio.html ), que fue abierto este año al público. Y en la VI Región están el observatorio Cerro Chamán ( www.cerrochaman.cl ), donde se exhibe el meteorito gigante "Campo de Cielo", y el Observatorio de Machalí (
http://observatoriomachali.blogspot.com/ ).

Zoológico prehistórico


El norte de Chile es el lugar indicado si se buscan vestigios de dinosaurios. En Chacarillas, al interior de Iquique, hay huellas de dinosaurios saurópodos, ornitópodos, terópodos y cocodrilos. Al sur de Calama, el cerro Caracoles tiene restos de fauna del período jurásico. Y Bahía Inglesa es conocida como uno de los lugares paleontológicos más importantes, por sus fósiles del período terciario (35 millones de años atrás).

Otro lugar que vale la pena es el Monumento Natural Pichasca, a 56 km al noreste de Ovalle, que tiene fósiles y restos vegetales de hace 75 millones de años.

Ya en la V Región, en Las Chilcas, es posible encontrar fósiles de origen volcánico. Mientras, en Santiago lo mejor es Lo Valdés, en el Cajón del Maipo, que tiene una gran cantidad de moluscos marinos del período mesozoico.

Ya transformado en un clásico, en la Cueva del Milodón, cerca de Puerto Natales, se puede ver una réplica del enorme herbívoro que se extinguió, probablemente, a fines del pleistoceno.

Los inicios del graffiti


Descubrir las huellas de los antepasados puede ser una experiencia fascinante para toda la familia. En Arica, en el Valle de Azapa, se pueden encontrar geoglifos, como los de La Tropilla y Cerro Sagrado y las representaciones gigantescas de dos camélidos, contiguos a la aldea de Cerro Sombrero.

Apenas a 96 km al sureste de Iquique están los geoglifos de Pintados, declarados Monumento Histórico. Son 384 figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas de gran tamaño que datan del siglo IX. El lugar cuenta con área de picnic y un mirador.

Otra atracción es el Valle del Encanto, a 19 km al oeste de Ovalle, donde se pueden ver petroglifos, pictografías y piedra tacitas, manifestaciones rupestres de culturas que habitaron el sector hace más de 2.000 años.

Al sur, a 100 km de Coyhaique y a 3 km desde Cerro Castillo, se encuentra el único sitio de arte rupestre de la zona adecuado para la visita de público, donde hay cerca de 100 improntas de manos, negativos, en tres tonos de rojo, verde, amarillo y blanco.

Piedras que hablan

Un paseo geológico es otra buena forma de escapar de la rutina. En el norte, el Morro de Arica es un tesoro de rocas jurásicas. A media ladera destacan unos cuerpos redondeados que en realidad son coladas de lava submarina de hace 200 millones de años. Más arriba hay rocas sedimentarias marinas con fósiles.

En Antofagasta, en tanto, la clásica Portada es una muestra viva de lo que hace la erosión. En algún momento este lugar fue parte de la gran masa de tierra que forma la costa. El mar fue erosionando el terreno que se encontraba a sus lados y quedó la estructura rocosa apartada de la costa que hoy conocemos. El sendero que da a la playa permite apreciar las capas rocosas y las cavernas de los bordes costeros.

Muy cerca de Santiago, en el Cajón del Maipo, se pueden ver las capas rocosas verticales con fósiles marinos. Y a 20 km al sur de Pichilemu está la playa Tanumé, un tesoro de andalucitas, piedras que cuando cristalizan entregan una variedad de tonos rojos, verdes y amarillos.

Si anda más al sur, en el Parque Nacional Torres del Paine, el lago Sarmiento tiene depósitos de roca sedimentaria orgánica en plena etapa de formación.

Rocas tatuadas


El Santuario de la Naturaleza Granito Orbicular, a 11 km de Caldera, al norte de la Playa de Rodillo, es una rareza mundial.

Son 400 m2 de piedras tan poco comunes, que sólo se han encontrado en seis partes del mundo: Chile, Australia, Japón, Nueva Zelandia, Finlandia y la Antártica.

El granito tiene incrustaciones redondas y cuadradas, compuestas de minerales como hornblenda, ortoclasa, biotita, cuarzo, entre otros. Es una cristalización en forma de esferas incrustadas en una masa de granito que aflora en el borde costero. Los científicos creen que los extraños tatuajes se formaron por nucleación o cambio de estado de los minerales mientras el magma contenido en una cámara se enfriaba lentamente.
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