sábado, 21 de noviembre de 2009

Notas sobre el lado oriente de la Plaza de Armas de Santiago


Cultura Mapocho
Recorridos por la historia y la cultura de Santiago
Vie 2 May 2008

Escrito por Marco Cancino en La historia en su lugar

En el lado oriente de la Plaza de Armas de Santiago se han sucedido diversas construcciones que han albergado, a lo largo de más de 450 años, distintos tipos de comercio. En los primeros tiempos la feria de hortalizas, la venta de ojotas, la pescadería hasta que, ya iniciado el siglo XIX, se estableciera allí el comercio más formal, en el llamado Portal Tagle.

Después de un incendio que destruyó por completo el antiguo Portal de Tagle, en 1864 se inauguró su sucesor, el “estupendo” Portal Mac Clure, por mandato de su gestor, Carlos Mac Clure.

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Naturalmente, un edificio de tal magnitud dio cabida a una enormidad de comercio que se instaló en sus galerías. “Entre ellas se contaba la primera librería de viejo, de don Gabriel Cueto, donde se podía comprar y vender toda clase de libros usados. Su dueño, hombre de gran cultura, había sido soldado de Garibaldi en una de las guerras por la unificación de Italia. Tres años después de abrir su librería, fundó El Instructor, un periódico semanal de ocho páginas cuyo lema era ‘Instruir sin herir’ “

El Café de la Bolsa, ubicado en la calle de la Merced, en el extremo oriente del Portal Mac Clure, fue otro de los negocios históricos de fines de siglo ligados a este lugar. Perteneciente a don Carlos Weisse, “en el tiempo de su mayor auge, llegó con sus instalaciones-salones de billar y comedores reservados hasta la calle de las Monjitas… La cantina del viejo Café de la Bolsa, estaba a cargo del simpático Juanito y atendía las mesas ahí instaladas el popularísimo Granifo, que nuestros contemporáneos recordarán sin duda. En el invierno se servía, en copas de plaqué con bigoteras, que afectaban la forma de elegantes vasos griegos, un ponche muy estimulante, que no hemos vuelto a probar, conocido con el peregrino nombre de Tom and Jerom (Tomás y Jerónimo) que los clientes pronunciaban Tomayeri. Los comedores reservados del fondo, a los que se llegaba por un largo y oscuro pasaje lateral, eran el ordinario refugio de las parejas de ‘vamos a comer juntos’ “.



¿Se acuerdan de la Farmacia Brand? (fusionada hace algunos años con Farmacia Salco, formando hoy Salcobrand). Pues en el año 1880 la antigua Farmacia Alemana es adquirida por Luis Brand, quien reinaugura el local ubicado en el Portal Mac-Clure, con el nombre de Farmacia Brand.

Paralelo a estas instalaciones, entre los años 1874 y 1877 don Carlos Mac Clure hizo construir en el interior del portal - la excusa estética para unir los dos cuerpos del edificio- la famosa Galería San Carlos, a semejanza de Galleria Vittorio Emanuele II de Milán, Italia. En Milán se construyó la notable galería que une la plaza del Duomo con la plaza del Teatro alla Scala entre los años 1865 y 1877. La galería milanesa fue diseñada en 1861 y construida por Giuseppe Mengoni, arquitecto italiano que muriera, en la víspera de la inauguración, en la misma galería al caer desde el techo. Su nombre es un homenaje al primer Rey de la Italia unificada, muerto en 1878.

Con este capricho, Carlos Mac Clure, hombre visionario y conocedor de la arquitectura europea en boga, marcó y dejó una huella imborrable en el lado oriente de la Plaza de Armas. Las crónicas y fotografías de la época así lo demuestran. Es cosa de revisar, por ejemplo, la visión que tuvo el viajero belga Gustave Verniory tras visitar el centro de la capital, a fines del siglo XIX:

“… gracias a ellos voy a poder visitar en detalle la capital chilena, que es verdaderamente tan simpática como hermosa. Cuenta con monumentos notables: La Casa de Moneda, residencia del presidente de la República, don José Manuel Balmaceda; el Congreso Nacional, donde funcionan la Cámara de Diputados y el Senado: el Arzobispado, la Intendencia, la Universidad, el Correo, el Teatro Municipal y muchos otros.

En el barrio del centro, las tiendas son tan lujosas como las de Bruselas. Se encuentran numerosos pasajes cubiertos, bordeados de tiendas, entre los cuales están el portal Mac Clure y la galería San Carlos. Las calles son todas rectas y de una longitud increíble; las surcan brillantes carruajes. En suma, Santiago da la impresión de una gran capital.

La Plaza de Armas, con su hermosa fuente central y sus senderos floridos, es el paseo favorito de los santiaguinos”.

Para la construcción de la Galería San Carlos contó con la participación del ingeniero y escritor Daniel Barros Grez. Daniel Barros Grez nació en la provincia de Colchagua en 1834 y estudió agrimensura en la Universidad de Chile, volcándose con el mismo interés a la investigación científica como en la literatura. Sus variados talentos permitieron que fuera antropólogo, arquitecto, etnólogo, filólogo, historiador, matemático y fabulista. Escribió una docena de novelas, pero su obra más conocida es “Como en Santiago”, una comedia de costumbres en tres actos.

La responsabilidad de llevar a la práctica las ideas de Carlos Mac Clure recayó en Ricardo Brown, el primer arquitecto titulado en Chile, quien construyó esta magnífica galería comercial cubierta de cristales, y decorada con cariátides del escultor Nicanor Plaza que sujetaban luminarias de bronce. “Con sofás, palmeras y rejas que se abrían a Merced y Monjitas, fue un verdadero salón público que acogió reuniones políticas, banquetes y manifestaciones” .

Sobre el autor señalan Boza, Castedo y Duval: “Ricardo Brown nació en Santiago en 1847. Durante sus cortos 39 años de vida realizó una obra de notable calidad, la más importante de la cual se ha perdido irremediablemente: La Galería San Carlos. Buena parte de su obra se levantó en provincias. Entre las realizadas en Santiago, se destaca la reconstrucción, más que restauración, del antiguo Palacio de los Presidentes, para el designio que todavía funciona de Correo Central. Otra fue la Galería de San Carlos, en infausta hora reducida a los escombros del recuerdo. Entre los eventos más famosos de la Galería podemos rememorar los siguientes:

“En 1891 se dio un banquete colosal -pues existía el restaurante San Carlos, con varios comedores en plena galería, rodeados de palmeras y bambúes- al general del Canto y al Ejército vencedor en la guerra civil. Los partidos políticos celebraban allí convenciones, comicios y banquetes; y el Cuerpo de Bomberos fijaba ese sitio como punto de reunión para iniciar sus desfiles o paradas. Allí se ofreció el 10 de agosto de 1908 un gran banquete de honor del Excmo. Ministro del Ecuador, don Rafael Elizalde, con motivo del aniversario de su patria. La Galería San Carlos tenía en sus entradas de ambos extremos grandes puertas que se cerraban poco antes de la medianoche” .



Al contemplar la escena no podemos olvidar el testimonio de la viajera inglesa, María Graham, quien en 1822, escribió: “atravesé la plaza para ver la gente que recorría las tiendas de los portales. La escena es tan bella como me la había imaginado. Todos los pequeños puestos están iluminados: las mejores mercaderías salen a relucir, y las señoras, que para este paseo nocturno se visten con elegancia, se ven muy bien. El sitio, bello de por sí, lo es mucho más en las noches de luna; disimúlanse entonces los defectos y se observan mejor las bellezas”. Diario de mi residencia en Chile en 1822.

No existe la menor duda, al contemplar sus escasas fotografías , de que esta galería fue una de las más brillantes muestras del desarrollo de la arquitectura metálica vidriada en Santiago. Técnicamente se puede sostener que era “una sólida estructura formada por arcos de fierro, que descansaba sobre sólidas columnas de capitel corintio, y entre ellos, una bóveda vidriada que iluminaba el interior. Un cornisamento, de gran riqueza decorativa, recorría toda la galería descansando sobre las columnas. La composición del intercolumnio -o espacio entre dos columnas- era sencilla: en el primer piso un amplio ingreso de arco rebajado formaba la puerta y vitrina de la tienda; y en el segundo piso tres ventanas de arco rebajado formaba la puerta y vitrina de la tienda; y en el segundo piso tres ventanas de arco de medio punto dejaban entre ellas las estatuas de Nicanor Plaza que sostenían la iluminación artificial” .



Arriba, la galería Vittorio Emanuele. Abajo, la galería San Carlos. Nótese la similitud en el techo vidriado, los arcos y columnas, incluso en los dibujos del piso.



Los primeros masones en Chile - agrupados en la denominada “Logia Masónica”-, no olvidarán la Galería San Carlos: constituyó su segunda sede oficial después de que el terremoto de 1906 asolara al puerto de Valparaíso donde estaba su casa original. En esta galería, la Gran Logia, como se llamara después, estuvieron sus oficinas administrativas y su Gran Templo, hasta que la hermosa construcción fue destruida por un incendio, en la década de 1920. Después del siniestro, la nueva sede -o “Club de la República”, como se llama en la actualidad- se instalaría en un par de viejas casas en la Alameda Bernardo O’Higgins frente a la Biblioteca Nacional, hoy calle Marcoleta.

Personajes e instituciones que el tiempo no borra habitaron estos recodos; en los extremos del Portal Mac Clure se mantuvieron dos residencias destacables: En la esquina de la Merced vivió durante muchos años el presidente Pedro Montt y su esposa doña Sara del Campo. En la otra punta, con calle de las Monjitas, funcionó en 1907 el Club de Periodistas.

En el mismo año fue necesario realizar algunas excavaciones bajo el Portal Mac Clure. Para sorpresa de muchos, se encontró un escudo tallado en piedra de un metro y medio de alto por ochenta centímetros de ancho, que había pertenecido a la familia Cañas, duques de Trujillo, que, para cumplir la disposición de Bernardo O´Higgins de retirar los blasones, al suprimir los títulos nobiliarios, lo había enterrado en la propiedad. La descendencia de la familia Cañas original, pidió que el escudo fuera llevado al cerro de Santa Lucía, solicitud que vino a cumplirse veinte años después, es decir, en 1927.

En 1924 se anunció la demolición de la Galería San Carlos, destruida unos años antes por un incendio. Asimismo, el costado sur del Portal Mac Clure fue destruido por un incendio en 1927, y don Carlos Mac Clure lo vendió a los señores Ramón y Pío Puelma Besa, quienes lo traspasaron a la Sociedad de Renta Urbana. Esta última, en 1930, comienza a edificar allí, con planos del arquitecto chileno Jorge Arteaga, “un gigante de hierro y cemento” : el actual Portal (Presidente) Bulnes.

La suerte estaba echada para la Galería San Carlos: fue demolida en 1929. En su reemplazó quedó la naciente calle de nombre Central, hoy conocida como calle Phillips, en memoria del alcalde de Santiagode la época , Luis Phillips H., 1925-1927.

Otros textos en los que es posible encontrar referencias a la Galería San Carlos:
Valenzuela Solís de Ovando, Carlos. La Plaza de Armas de Santiago.

Vicuña Cifuentes, Julio. Hoteles y Cafés de 1884.
Latcham, Ricardo A. Estampas del Nuevo Extremo. Antología de Santiago 1541-1941. Editorial Nacimiento, Santiago.

Verniory, Gustave. Diez años en Araucanía. 1889-1899. Ediciones de la Universidad de Chile, Santiago, 1975.

Boza, Cristian; Castedo, Leopoldo Castedo y Duval, Hernán. Santiago: Estilos y ornamento. Montt y Palumbo y Cía Ltda. Editores, Santiago, 1991.

Rodríguez, Hernán. Santiago en 1900. Museo Histórico Nacional, Santiago, 1986.

Gross, Patricio; de Ramón, Armando;Vial, Enrique. Imagen Ambiental de Santiago. 1880-1930. Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1984.

Salinas Jaque, Ignacio: Ricardo Brown, en “Auca” N° 43, Santiago, diciembre de 1981.

Calderón, Alfonso: Memorial de Santiago. Editores Ril, Santiago, 2004.

2 comentarios:

  1. Hermosos recuerdos del pasado que no fuimos capaz de conservar para la admiración de las generaciones futuras.
    Gracias por este artículo.
    SCF

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  2. Hermosos recuerdos del pasado que no fuimos capaz de conservar para la admiración de las generaciones futuras.
    Gracias por este artículo.
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